Las ventajas de una “cobertura viva” permanente en los lotes

La inversión para sembrar los cultivos de servicio se recupera por el menor uso de herbicidas y fertilizantes en la rotación. Además, la calidad del suelo mejora y los rindes se disparan.

En el norte de la provincia de Buenos Aires, la familia Romano le ajustó toda las tuercas a un planteo de Agricultura Siempre Verde, con cultivo de cobertura que devuelven la inversión y con un esquema que mejora los rendimientos y la calidad del suelo.

Bernardo Romano es miembro de la Regional Aapresid Bragado-Chivilcoy. Además de asesorar la empresa familiar, este agrónomo en constante capacitación tiene un campo propio y alquila establecimientos en Chivilcoy y Alberti.

Junto a su padre Miguel, pionero de la siembra directa (SD) y de quien aprendió todo sobre la actividad, los Romano implementan el sistema de SD desde hace 30 años, con reposición de nutrientes y rotaciones de maíz, trigo y soja de segunda. Cuando Bernardo empezó a alquilar campos que venían de monocultivo, sin reposición e incluso uso de rastrojos para rollos, les dio igual manejo que a los propios. “Pero en esos campos ‘chacareados’ costaba mucho estabilizar el sistema. Esto significaba mucho tiempo y muy baja renta”, advirtió.

 

Al mantener una cobertura constante en el lote, la actividad biológica se mantiene en el suelo.

 

Fue cuando optó por aumentar el número de cultivos/año metiendo una cebada de cosecha antes del maíz, pero su baja relación carbono/nitrógeno penalizaba el rinde de los cultivos subsiguientes. En 2007 empezaron las pruebas con vicia como cultivo de servicio (CS), al principio como antecesor de maíces tardíos. La vicia entrega al maíz entre 60 y 90 kg de nitrógeno, más otros 30 a 40 kg al trigo siguiente. Compite perfectamente con malezas, aporta carbono y aumenta el potencial de rinde del maíz, trigo y soja de 2da subsiguientes.

“En pocos años y con la misma tecnología los topes de 110 quintales en campos chacareados igualaron los 130-140 quintales de los campos familiares”, destacó. Así continuaron el camino de los cultivos de servicio o cobertura jugando con nuevas especies y mezclas, llevándolos gradualmente al resto de la superficie.

 

Cultivos de servicios en maíces tempranos

“La llegada de la Chacra Aapresid Bragado-Chivilcoy en 2013 puso rigor científico a lo que veníamos viendo a campo y nos dio el empujón para empezar a probar los cultivos de servicio en los maíces tempranos”, contó Romano.

Hoy, el plus de rendimiento de maíces tempranos sobre cultivos de servicio promedia las 1,6 tonelada por hectárea respecto del barbecho, con los mejores resultados sobre mezclas de vicia+centeno+rabanito. Se vio que aun previo a maíces tempranos los cultivos de cobertura mantenían todos sus beneficios, incluido el buen control de malezas: “No nos animamos a eliminar los residuales sino hasta el segundo año. Hoy las triazinas, ALS y PPOs están casi ausentes y la pulverizadora mucho más descansada. Esto reduce el impacto ambiental y los costos”.

 

La estrategia: ‘buen timing’ y toda la carne al asador

El 100% de los lotes de los Romano que va a maíz tiene algún cultivo de servicio, porque para Bernardo, uno de los secretos del éxito de un planteo verde basado en CS es “el timing” para la decisión. Y estar atento a los pronósticos, es el primer paso.

Los otoños húmedos permiten siembras aéreas del CS sobre cultivo vivo, con altina o avión. Esto permite anticipar la implantación y llegar a la cosecha del cultivo estival con un CS en crecimiento. En estos casos elige CS monoespecie ya que las siembras aéreas necesitan semillas homogéneas para ser uniformes.

“Solemos aprovechar ‘la cola de cosecha’ del invierno anterior para generar naturalmente mezclas de CS, por ejemplo de vicia + trigo. Esto además reduce costos”, aseguró. Cuando el otoño pinta seco, la prioridad es garantizar la buena implantación del CS, y esto se logra con siembras terrestres. Aquí son posibles las mezclas dobles o triples, cuya composición también depende del año.

Elegir el momento óptimo de supresión del CS es clave para no fallar, ya que de esto depende la ventana de recarga del perfil y el agua para el cultivo siguiente: “En años Niña adelanto el rolado para dejar un periodo de recarga que me permita llegar a la siembra del maíz con igual o más agua que si hubiera hecho barbecho”.

“En años húmedos o con lluvias incipientes apuntamos a maximizar los beneficios de los planteos verdes con siembras de maíz sobre CS vivo”, apuntó. Además, mejora la operatividad de la sembradora: “El rolado o secado químico previo generan un rastrojo que con la humedad de la mañana provocan un efecto de arrastre de la sembradora reduciendo su operatividad, y con ella, la ‘felicidad’ del contratista”.

 

Para el manejo del sistema, contar con maquinaria agrícola es una ventaja, sobre todo en los picos de demanda de los contratistas.

 

La siembra sobre CS vivo permite sembrar todo el día ya que el cultivo esta más débil, anclado a la tierra, y la estructura del suelo es ideal. Un tip importante es sembrar el maíz en profundidad para lograr la mayor uniformidad de emergencia. Además, la primera aplicación de herbicidas se hace recién en V4, con glifosato más algún hormonal.

Estamos logrando planteos de cobertura viva permanente. Cuando podemos sembrar sobre antecesores vivos aseguramos actividad biológica ininterrumpida y maximizamos los beneficios la Agricultura Siempre Verde. Tenemos lotes con niveles de P y MO superiores a los del material originario”, contó Romano.

Para el productor, el rol de la logística en los planteos verdes es palabra mayor: “Contamos con maquinaria propia que complementamos con servicios de siembra y cosecha para suplir épocas de mayor demanda, como el otoño, cuando detrás de cada cosechadora hay un contratista listo para sembrar”.

El productor también apunta a la mirada de largo plazo y la necesidad de poner toda la carne al asador. “Estos planteos exigen hacer un cultivo pensando en los impactos que tendrá sobre los siguientes. Ahí te das cuenta, por ejemplo, que para hacer un CS hay que hacerlo bien, eligiendo la mejor tecnología”, insistió.

Para Bernardo la inoculación en vicia no se discute, y es doble en lotes con bajo inóculo. Además del fósforo que se agrega por default, está midiendo el impacto de fertilizaciones con azufre y calcio sobre la producción de vicia y la posibilidad bajar aún más el requerimiento de N sintético de la rotación.

 

La “pata económica”

Para Bernardo, la clave de estos planteos dejar la visión de costo para pensar en inversión con tasa de retorno, positiva y creciente a mediano plazo. El costo de un CS puede oscilar entre los 55 y los 150 dólares por hectárea, dependiendo de la tecnología, especies, técnica de siembra y necesidad de aplicaciones. Pero mirando la rotación, hay que considerar un ahorro de entre 54 a 220 dólares por hectárea por menor uso de fertilizante y de aplicaciones de herbicida.

Si a esto se suma el plus de rinde que aportan a los cultivos de renta (15% a 20% en trigo y maíz y 8% en soja de segunda), la tasa de retorno anual puede crecer del 10% al 50%. En dos años, el retorno acumulado de un planteo verde oscila según el año del 20% al 60%. Esto es clave en tiempos donde la presión impositiva obliga a bajar costos: “Es cierto que cuando se achica la inversión se achica el costo, pero también la tasa de retorno. Si bien los planteos verdes implican una mayor inversión inicial, con el tiempo se traducen en menos costos y más ingresos”.

Más allá de lo económico, los planteos verdes permiten mejoras en el suelo cuyo techo aún desconocemos: “La Agricultura Siempre Verde es un nuevo peldaño en los sistemas de SD hacia la sustentabilidad, sobre todo en un contexto de cambio climático”.

 

Fuentes:

• Agricultura | “Las ventajas de una “cobertura viva” permanente en los lotes”.
Clarin.com – Rural.
 

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